Muchas veces escuchamos conceptos e incluso los incorporamos a nuestro vocabulario sin saber exactamente qué significan. Ahora, una cosa os digo, aunque intentamos hacer divulgación feminista o, por qué no, aumentar nuestra cultura general, buscad siempre las fuentes. Que sí, que si no tenéis mucho tiempo os hacemos un resumen, pero ojo, éste siempre es personal, no es ni el único , ni el mejor, ni el güeno.
No me enrollo y vamos allá: Interseccionalidad, concepto trabajado por una autora afroamericana en 1989 Kimberlé Williams Crenshaw, ella señalaba que “cada individuo sufre opresión u ostenta privilegio en base a su pertenencia a múltiples categorías sociales”. Esto suena muy académico así que vamos a verlo con un ejemplo: No es lo mismo ser la dueña del banco de Santander que una señora que trabaja en el servicio doméstico, ambas son mujeres sí, pero sus opresiones no tienen nada que ver, ni ostentan el mismo poder ni lo ejercen de la misma manera, puede incluso que la segunda piense que no lo tiene y la primera crea que tiene más de lo que realmente es. Posdata: el poder económico tiene rostro de varón heterosexual y blanco…pero me paro que si sigo tendría que hablar del proceso de empoderamiento o desapoderamiento. Me callo, me callo, que me voy de tema.
Volvemos al ejemplo anterior cuya reflexión posterior nos parece obvia: no somos iguales, ni nos atraviesas las mismas opresiones , y se ha incorporado al discurso feminista masivamente desde los años 90 como una crítica al feminismo blanco y es que de una manera gráfica y espero que no resulte irrespetuosa, podemos llegar establecer como una pirámide de las opresiones según las variables que te atraviesen: si soy una mujer con discapacidad europea, sufriré menos opresión que una mujer con discapacidad en Asia, si soy una mujer mayor rural sufriré mayor opresión que una mujer joven rural, si soy una mujer heterosexual sufriré menos discriminación que una homosexual, et, etc.….
Ojo, no es una cuestión de competición sino de hacer un análisis de la opresión ligado al privilegio que podemos tener en algún momento respecto a otros seres humanos. Este concepto nos invita a reflexionar sobre el poder y cómo lo ejercemos sobre otras personas. Además se convierte en una crítica a determinado feminismo que según algunas autoras ha abandonado “ otras opresiones” y se ha ocupado de cuestiones que no siempre importan a todas las mujeres o no las interpelan y se suele poner como ejemplo el techo de cristal. Si no os suena , os lo cuento en otro episodio.
La propia Kimberlé Crenshaw consideraba que las mujeres blancas no tienen por qué representar a las mujeres como tampoco los hombres negros representan a las personas negras.
En definitiva, cuanto más nos alejemos de la norma, más opresión sufriremos. No podemos hablar de un feminismo universal si no se lleva a cabo un análisis que permita conocer las diversas experiencias de todas las mujeres.
Pero esto no es nuevo , no vayáis a pensar, a principios del siglo XX, mujeres como Sojourner Truth, una esclava negra que se veía oprimida por ser mujer y negra, o Flora Tristán, quién también puso de manifiesto su doble discriminación por ser mujer y obrera, ya denunciaban que su opresión tenía nombre , por ser mujeres, pero también apellidos, en el primer caso por ser negra y en el segundo por ser obrera. Otra autora que nos hablaba de esto es la famosa Angela Davis, que le reprochaba al feminismo hegemónico en EEUU haber abandonado a las mujeres negras.
Este es un tema muy interesante pero en algún momento tenemos que parar. Y no os olvidéis , si hay algún palabro o concepto que os gustaría aclarar, poneos en contacto con nosotras y estaremos encantadas de incorporarlo a la sección.